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El blog de #RdRCannabis
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El “Budtender”, figura clave del dispensario de cannabis

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Un denominador común de los clubs sociales de cannabis es el rol del budtender. Este término, que combina los conceptos bartender (camarero) y bud (ovillo), alude a una figura esencial en la emergente cultura cannábica. Aunque existen variantes como ganjier o cannabis connoisseur, el término budtender es el que ha arraigado con más fuerza. Esta palabra anglosajona todavía no tiene una buena traducción a nuestro contexto. Hay quien se refiere como “asesor” o “sumiller” cannábico, pero podría ser un guía, experto, consejero, etc.


El budtender es el especialista en atención a la persona consumidora en un dispensario de cannabis. Esta figura tiene un papel fundamental al combinar su experiencia personal con un conocimiento profundo de las variedades y presentaciones del cannabis, los cannabinoides, los terpenos y los diferentes métodos de consumo para poder orientar a los miembros del CSC. Además, son clave en la desestigmatización del uso del cannabis y en la oferta de recomendaciones personalizadas. Por eso, sus habilidades comunicativas son primordiales, pero también lo es la necesidad de estar al día de las novedades que aparecen en el mercado y las tendencias de futuro.


Como ya saben nuestros lectores, desde el proyecto RdRcannabis, partiendo del paradigma de la reducción de riesgos, los clubs sociales de cannabis (CSC) son espacios idóneos para conectar, investigar y difundir educación entre las personas que consumen cannabis. El personal de estas asociaciones, especialmente los budtenders, atesoran un gran potencial como agentes de salud, actuando como referentes para los socios. De entre todo el equipo de un CSC, el budtender es quien disfruta de mayor credibilidad para influir en las actitudes y los hábitos de consumo de los miembros. Quizás, incluso, de tanta credibilidad como el mismo grupo de iguales de la persona consumidora.


Cualquier miembro de un CSC sabe de qué hablamos. Un buen budtender es una joya a preservar, y, como las perlas, la mayoría de veces no aparecen por casualidad. Es necesario cultivarlas. Para que esta figura brille en un dispensario se tienen que dar una serie de factores. El más importante es que el mismo CSC lo sepa valorar, es decir, no se pueden dejar las cosas a la improvisación o en manos de la divina providencia. No vale cualquiera para hacer bien este trabajo. De entrada, sus responsabilidades deben estar bien definidas. Por ejemplo, una potencial descripción laboral debería incluir:


  • Habilidades de organización y comunicación
  • Mantenerse al día sobre los últimos productos, variedades y genéticas, tendencias y novedades del sector 
  • Gestionar con precisión transacciones y stock
  • Mantener un área del dispensario limpia y organizada
  • Dispensación higiénica del producto
  • Ofrecer recomendaciones basadas en las preferencias y necesidades del socio, tales como los efectos deseados, el método de consumo y la experiencia previa
  • Responder preguntas sobre varios productos cannábicos, p. ej., ovillos, comestibles, concentrados, extracciones y tinturas
  • Ayudar a los miembros del CSC a entender las diferentes variedades de cannabis y sus efectos
  • Formación en reducción de riesgos


De entre todos los contenidos teóricos que la figura del budtender debe dominar, los hay más fundamentales que otros. Por ejemplo, unas nociones sobre los principales fitocannabinoides: 


  • Tetrahidrocannabinol (THC): el principal componente psicoactivo del cannabis, responsable del efecto de euforia o ‘colocón’ asociado al consumo.
  • Cannabidiol (CBD): cannabinoide no psicotrópico, es decir, no produce los efectos eufóricos o de alteración mental asociados al THC, aunque actúa sobre el sistema nervioso central y, por lo tanto, se considera técnicamente psicoactivo por su influencia en el sistema nervioso. Tiene varias propiedades medicinales, como reducir la ansiedad y la inflamación, y disminuir la gravedad de las convulsiones en algunas formas de epilepsia.
  • Cannabigerol (CBG): a menudo llamado la "madre de todos los cannabinoides" porque otros cannabinoides derivan del ácido cannabigerólico (CBGA), una forma ácida del CBG. Tiene propiedades potenciales, como reducir la ansiedad y la inflamación, y efectos antibacterianos y antiinflamatorios.
  • Cannabinol (CBN): cannabinoide menor que se produce a medida que el THC envejece; se cree que tiene efectos sedantes.


También es del todo pertinente que tenga nociones sobre el mundo de los terpenos (mirceno, limoneno, pineno, linalool, etc.) y su participación en los efectos del cannabis. Dedicamos una entrada del blog a esta cuestión.


Otra materia que debe dominar es la relativa a los tipos de productos que se pueden encontrar en el dispensario, sobre todo los más populares: ovillos, concentrados, comestibles, tinturas, tópicos, porros pre-enrollados, etc. Es una cuestión que también hemos trabajado anteriormente aquí.


Una variable fundamental en la ecuación sobre los efectos de cualquier droga es la dosificación. Conocer la dosis adecuada al momento y al contexto es clave para reducir riesgos y aumentar beneficios. La dosificación y el uso de los productos cannábicos varían según cada persona. Factores como la tolerancia individual, el objetivo del consumo, la variedad de cannabis (con diferentes niveles de cannabinoides), y el método de consumo (fumar, ingerir comestibles o aplicar tópicos) influyen en el efecto y la duración. La recomendación es siempre empezar con una dosis baja y ajustarla progresivamente para encontrar el equilibrio adecuado a las necesidades de cada cual.


Los budtenders son piezas clave para explicar el éxito de un dispensario. Como miembro de un CSC no hay nada mejor que ser asesorado con una sonrisa y de la mano de alguien que sabe compartir su pasión por el cannabis con cada persona que entra al dispensario. Su conocimiento profundo de los productos fomenta la mejor elección del producto adecuado al socio, su excelente atención genera fidelidad, y su diligencia en el cumplimiento de la normativa evita situaciones no deseadas. En esencia, un budtender competente y motivado se traduce en socios más satisfechos. Además, son esenciales para recoger opiniones informales sobre los productos más populares, las carencias y las tendencias, proporcionando así información valiosa que ayuda al CSC a tomar decisiones más acertadas sobre el futuro del dispensario.


La clave para que un budtender sobresalga radica en su disposición a aprender continuamente y a conectar genuinamente con los miembros de los clubs sociales de cannabis. Este trabajo bidireccional no solo implica asesorar sobre productos y dosificaciones, sino también entender las necesidades y preferencias individuales de cada persona que entra en el dispensario. La empatía y dedicación permiten al budtender convertirse en un agente de cambio, capaz de transformar actitudes, combatir el estigma asociado al cannabis y fomentar un consumo responsable. En esencia, un budtender comprometido no solo enriquece la experiencia de los miembros de la asociación, sino que también impulsa una visión más positiva e informada del mundo del cannabis.

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